Este tipo de actividad fue mi punto entrada al campo de la mediación artística, teniendo por encargo crear actividades para vincular a distintos segmentos de público con colecciones de arte moderno, colecciones de objetos, espacios y sitios patrimoniales y de memoria. Pude desarrollar este trabajo de manera más ejecutiva en espacios como el Centro Cultural Palacio la Moneda (Santiago, Chile) y el Museo de La Moda (Santiago, Chile); pero realmente logré desarrollar, estudiar, reflexionar y proponer innovaciones en el Museo de la Solidaridad Salvador Allende, en el que estuve a cargo de la creación del Área de Públicos desde el año 2012 al 2015. También durante ese tiempo pude nutrir estas propuestas gracias al diálogo entre los integrantes de la Red de Mediación Artística, del cual formé parte durante mi periodo de residencia en Santiago de Chile.
Una de las características del trabajo que propuse fue redefinir el rol de la mediación artística dentro de la institución, generando diálogos entre todos los departamentos, y de esta forma replantear la propuesta en base a una visión crítica que busca conectar a los públicos con las colecciones y las instituciones culturales de maneras dialogantes y democráticas, valorando y propiciando la participación real y activa de todas y todos. Esto en la práctica se traduce en generar actividades no reproductivas, sino que cuestionan tanto las instituciones como las colecciones, generando espacios de creación e investigación para los públicos y abriéndose a sus contextos y realidades.
Sobre esto último es importante destacar que en Chile la participación de las personas en espacios culturales es muy límitada debido a múltiples factores, todos conectados con la profunda desigualdad social y centralización que caracteriza a este país; por lo que uno de los aspectos claves es poder generar experiencias significativas en cada una de las personas que visitan estos espacios; donde la gran mayoría son estudiantes de educación básica y media que de manera obligada y por primera vez, visitan un museo. Es decir, esa primera impresión es crucial a la hora de pretender generar políticas de acceso y democratización de la cultura.
En esta línea se reemplazó el concepto de visita guiada, por el de Recorrido Conversado, generando estrategias y dispositivos que facilitaran el hacerse preguntas sobre lo que se estaba observando (sin la necesidad de imponerlas), a la vez que se abriera la discusión y conversación en torno a las ideas que iban surgiendo.

Momentos de introducción a la actividad a través de ejercicios de conección con la corporalidad y con el espacio.


Momenos de exploración de las exhibiciones a través de ejercicios que inviten a la participación activa.


Momentos para conversar y compartir las ideas e impresiones.


Síntesis grupal, generación de conocimiento colectivo, nuevas interpretaciones
También se crearon Talleres de Experimentación, en el que se abría la posibilidad de participar en un ejercicio de creación artística, que buscaba salir de la idea de copiar o replicar lo que se ve en la exhibición, sino que seguir la línea de investigación o propuesta creativa que esta presenta. \”El anti-taller\” fue una actividad en la que pudimos investigar a través de una propuesta con características performáticas, dos escenarios en el que a los grupos se les recibía primero con una actividad muy tradicional y estructurada (colorear una reproducción de una de las obras de la colección) en la que actúabamos como profesoras muy severas y estrictas, para luego trasladar al grupo a un espacio con distintos materiales dispuestos en el espacio en el que la figura del profesor/mediador desaparecía, la única instrucción era \”no se pueden usar palabras\”.

También se propuso crear Juegos de Exploración pensados especialmente para niñas y niños (en la que también podían participar adultos) centradas en el juego como metodología para descubrir y explorar.
Durante la creación y ejecución de estos programas y sus actividades, como equipo de mediación se pudo generar reflexiones y discusiones que permitieron ir explorando y experimentando con estos formatos. En este punto destaco el trabajo realizado para la exposición Block Mágico, curado por Soledad García y Brandon LaBelle, en el que gracias a la fluida colaboración con ellos pudimos proponer un recorrido performático, en el que los visitantes recorrían las obras en compañía de un personaje que les iba proponiendo desafíos.


El trabajo realizado durante mi estadía en el MSSA fue posible gracias a un esfuerzo colectivo comprometido con mejorar y profesionalizar el departamento de educación, que se transformó en Mediación y Públicos, siendo parte importante la posibilidad de dedicar horas de trabajo a la investigación, la experimentación y la sistematización de nuestras experiencias como mediadoras.
Gracias a esto pude participar de varias instancias formativas, y también compartir nuestras experiencias en charlas y ponencias.
Algunos textos: